El sigilo es un rasgo común de los alcohólicos. Es difícil reconocer que una persona depende de los antojos patológicos del alcohol, sin conocer los síntomas que generalmente aparecen en los adictos. Conocer los signos del alcoholismo es útil para cada persona para detectarlo a tiempo en su hogar o en un ser querido.
La dependencia del alcohol etílico es un trastorno mental crónico e irreversiblemente progresivo. La velocidad de su desarrollo depende de:
La enfermedad se desarrolla en tres etapas.
Algunos investigadores también distinguen la etapa cero, prodrómica, en la que los antojos por el alcohol aún no tienen un carácter patológico, pero una persona ya elige el ocio asociado con el consumo de alcohol. El desarrollo de la dependencia en la etapa límite se debe a la regularidad del consumo, no a la cantidad de alcohol. Dado que aún no hay dependencia y una mayor tolerancia al etanol, una persona no puede beber demasiado: generalmente comienza a vomitar.
En promedio, el Addict pasa de la primera a la Última etapa en unos pocos años. Los adolescentes y las mujeres se enfrentan a una forma de enfermedad que progresa rápidamente.
El diagnóstico realizado a tiempo ayuda a hacer frente a la enfermedad más rápidamente, evitando complicaciones somáticas y mentales. Pero en la primera etapa del alcoholismo, es extremadamente difícil notar las manifestaciones clínicas: una persona mantiene una apariencia decente, puede ir a trabajar, cuidar su futuro y reputación.
Puede detectar la patología mediante la búsqueda constante de razones para beber: cualquier evento alegre o triste se percibe como una razón importante para beber alcohol. Los narcólogos notan la aparición frecuente (en 50-60% de los casos) del síndrome de Zavilyansky, en cuyo contexto una persona habla sobre el alcohol:
El síndrome es un reflejo mimico-gustativo por el cual se puede reconocer la verdadera actitud de una persona hacia el alcohol, incluso si afirma que no le gusta el alcohol y nunca bebe.
El consumo de alcohol en la primera etapa es regular: primero bebe una vez a la semana, como los fines de semana. Cuando hay obstáculos en el camino para obtener una dosis de alcohol, se siente molesto y frustrado. Más tarde, el número de casos de etanol aumenta, y llega a 3-4 días a la semana.
En esta etapa, el paciente aún conserva el control sobre sí mismo y puede mantener la apariencia de que no hay problema. Puede percibirse a sí mismo como un conocedor del alcohol, comenzar a comprender el vino y otras bebidas.
Cuando una persona es capaz de beber alcohol durante varios días, desarrolla atracones. En esta etapa, el alcohol deja de brindar placer al paciente, y se ve obligado a beber más y más a menudo que a sentir una intoxicación severa.
El verdadero atracón se distingue por la incapacidad de dejar de beber. Unas horas después de beber alcohol, comienza una resaca acompañada de:
Para detener los síntomas desagradables, una persona bebe una nueva porción de alcohol, lo que agrava la adicción y aumenta el riesgo de desarrollar complicaciones peligrosas.
Por lo tanto, es posible reconocer el alcoholismo en la segunda etapa por los siguientes signos físicos:
El comportamiento de una persona en un estado de embriaguez cambia: se vuelve más agresivo, sexualmente promiscuo. Después de estar sobrio, a menudo tiene fallas en la memoria.
Debido al grave deterioro de su salud y la incapacidad física para abandonar el alcohol, comienza a darse cuenta de que tiene un problema. Sin embargo, no puede hacer frente al problema él mismo.
La reputación de una persona bebedora se deteriora constantemente: debido a los atracones, comienza a perder el trabajo, endeudarse, pelear con sus seres queridos. La adicción expulsa de la mente de una persona otros valores y prioridades, por lo que subordina completamente la vida a un mal hábito.
La etapa terminal de la dependencia del alcohol ocurre 10-15 años después del desarrollo de la adicción. Los antojos físicos del alcohol se agregan a los antojos psicológicos: una persona se acostumbra al estilo de vida de un alcohólico, y su fuerza de voluntad no es suficiente para abandonar el mal hábito y volver a la sobriedad.
En esta etapa, una persona no puede vivir sin alcohol. La reputación, las relaciones interpersonales, la salud y la vida se convierten en factores insignificantes para él, ya que la atracción patológica por el alcohol ocupa completamente su vida.
A diferencia de la etapa anterior, ya no es capaz de beber mucho: la tolerancia al alcohol disminuye rápidamente, por lo que el adicto puede emborracharse incluso después de un vaso de alcohol.
Su carácter cambia: se vuelve indiferente, apático, su pensamiento se ralentiza y su atención se dispersa. Se presta fácilmente a la influencia de otra persona y puede realizar cualquier acción para acceder al alcohol, incluso para cometer un delito.
El diagnóstico de un alcohólico en la tercera etapa no es difícil incluso para una persona lejos del mundo de la medicina y la narcología. El paciente tiene un conjunto de rasgos externos específicos, por los cuales es fácil reconocer el addicto etílico:
El habla del paciente se ralentiza, apenas pronuncia palabras, hace grandes pausas. Los adictos y psicólogos que trabajan con addictos hablan de una desintegración completa de la personalidad. El tratamiento a largo plazo, que incluye la recuperación física y la rehabilitación psicológica, puede ayudar al paciente a recuperar parcialmente la personalidad y las habilidades sociales, pero es más probable que se vea afectado por el tratamiento y muera rápidamente debido a problemas de salud o a un accidente.
En la mayoría de los casos, el alcoholismo ocurre en la forma clásica durante tres etapas. Los síntomas específicos, la Duración de cada etapa y otras características del curso de la enfermedad pueden diferir, pero los toxicólogos distinguen varias formas de dependencia que a menudo se encuentran en la práctica médica.
Independientemente de cómo se manifieste exactamente la enfermedad, el paciente necesita atención farmacológica.
La automedicación es una medida ineficaz y peligrosa. Sin diagnóstico, medicamentos seleccionados individualmente y rehabilitación psicológica con la participación de especialistas, no se puede realizar un tratamiento efectivo del alcoholismo, que conducirá a una remisión persistente.
Al detectar manifestaciones características de la adicción al alcohol, debe consultar a un narcólogo que:
La consulta de un narcólogo solo se puede obtener en una clínica autorizada por el estado. En el centro de rehabilitación "Premium Clinics" hay una línea directa las 24 horas al número 8 800 555-14-67.